2019

Instalación inmersiva
Tela metálica de aislamiento


International Contemporary Art Festival, Antofagasta  | CL


Terreno común, futuro común


El puente ya no es límite, ni la tela metálica es superficie; juntas redefinen la transición entre tierra y océano. Estirada sobre el suelo, la tela se confunde con el agua según la incidencia de la luz, desdibujando fronteras y horizontes. Lo que parecía suelo firme se diluye en reflejos, creando un espacio donde la percepción se suspende y la distancia entre cuerpo y paisaje se relativiza.

No hay jerarquía entre lo construido y lo natural: la instalación articula un terreno de coexistencia, un espacio donde las tensiones se despliegan como superficie activa. Sentarse, recostarse, moverse dentro de la tela se convierte en un acto de meditación sobre la simultaneidad de lo que se posee y lo que permanece fuera de nuestro control, de lo que es común y de lo que puede ser compartido.

Terreno común, futuro común no propone un paisaje, sino una experiencia relacional: un cuerpo inmerso en una topografía que fluye más allá de sus límites visibles, que exige atención, suspensión y contemplación crítica. El reflejo metálico no sólo amplifica la luz, sino también la conciencia: cada mirada sobre la superficie sugiere la continuidad entre el presente y la proyección de un futuro colectivo.

Aquí, la tela deja de ser materia para convertirse en umbral: límite que invita a atravesarlo, superficie que convoca a repensar la relación entre cuerpo, ecosistema y tiempo. La experiencia de la obra produce un registro de nuestra capacidad de adaptación, de nuestra apertura a la transformación y del modo en que un gesto mínimo puede resonar con la vastedad del océano y la temporalidad del planeta.








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