2024

Instalación site-specific
Espejos de aumento | dimensiones variables

Biennale de Arte Contemporáneo
Buenos Aires | AR

Paisajes volátiles II


El lecho del lago seco se convierte en un laboratorio de percepción. 
Un gesto mínimo, casi imperceptible, que activa la imaginación frente a la vastedad de la planicie árida. La superficie, resquebrajada y blanquecina, refleja no solo el cielo que la sobrevuela, sino también la tensión entre lo habitable y lo perdido.

Paisajes volátiles II. no representa la escasez de agua, ni dramatiza el paisaje; lo despliega como escenario para la reflexión sobre la enormidad de la destrucción y la fragilidad de los territorios que consideramos seguros. La intervención mínima —un material delicado, dispuesto con precisión sobre el suelo— genera una experiencia que obliga a repensar: no somos solo observadores, sino cuerpos sujetos a los flujos y límites inexorables.

Caminar sobre el lecho seco es transitar entre memoria y posibilidad. Cada grieta, cada reflejo, es un recordatorio de que el paisaje no es neutral, que nuestras acciones transforman lo que consideramos estable. Situarnos en el presente requiere entender que toda forma de habitar depende de reconocer la volatilidad de lo que nos sostiene, que cada paso activa una tensión entre lo humano y lo no humano. 





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